domingo, 14 de abril de 2019

qui parla

CAPÍTULO 4



Nuestra querida docente, al borde de la internación psiquiátrica,




 desquiciada por la necesidad de "salvar la escuela" buscando recursos que resulten atractivos para sus estudiantes....

...comenzó a hablar sola..



Comenzó a imaginarse en un juicio, acusada de complicidad ante el intento de asesinato a "la escuela"...




Allí, sentada en el banquillo de los acusados juró decir la verdad y toda la verdad...





Preguntó la querella: ¿Edad de sus estudiantes?

Respondió con vos firme y segura: Entre 18 y 50 años

La querella entonces sorprendida, verbalizó; ¿50 años?


-Sí - respondió con firmeza la docente- hoy no existe una edad para estudiar y la educación es un derecho para todos y eso incluye a mayores de 30.





El querellante, asintió y continuó preguntando: ¿conoce usted las habilidades digitales de sus estudiantes?

La docente, tras un largo suspiro respondió: Los estudiantes más jóvenes podrían ser mis profesores digitales, utilizan los dispositivos y sus apps con facilidad y destreza, mientras que  aquellos estudiantes más grandes y yo nos parecemos digitalmente. Somo mas analógicos y el uso de la tecnología nos sorprende, interpela y desafía.




-¿Podría expresar cuales serían las carencias de usted advierte en relación a las habilidades digitales?- Preguntó la querella.

La docente, pensativa, se tomó unos segundos antes de responder. Luego de ese instante respondió: -para algunos, la mayor carencia es el conocer los usos adecuados, quizás, de las tecnologías, qué es privado y qué es público, los riesgos de la exposición y de las relaciones internetarias. Para otros el manejo y conocimiento de las posibilidades que brinda la tecnología. Y continuó, -no todos los estudiantes disponen de recursos tecnológicos para poder realizar aprendizajes de esta naturales. Hay estudiantes que viven en lugares sin acceso a internet, y esto complica la posibilidad de utilizar apps, entre otros; algunos carecen de equipamientos como smartfones o computadoras en casa y su única posibilidad es la institución.
La defensa, muy preocupada por los cuestionamiento de la querella, pidió intervenir y dijo: -es importante explicitar  los recursos con los que la docente cuenta en la institución.

El juez expresó: -Ha lugar.



La docente relató entonces: la institución cuenta con equipamiento necesario, pero las dificultades revisten en la conectividad. Existen serios problemas de conectividad y eso hace que el uso de algunos recursos no puedan optimizarse del todo.



La querella, con una sonrisa  un tanto irónica, cuestionó: entonces afirma que cuenta con recursos suficientes, y que la dificultad está dada ocacionalemnte por situaciones de concetividad?

La docente, con mirada culpógena, dijo: Sí, la mayor responsabilidad es la falta de aprendizaje personal respecto al uso de las tecnologías. Muchas veces por falta de tiempo, por no salir de mi zona de confort o por no ponerme en el lugar del estudiante de hoy, no he propuesto actividades utilizando las tecnologías y la gama de recursos que éstas me permiten. Cuando me pregunto en lo que requiero para cumplir con mis objetivos propuestos, la primera respuesta es enseñar los contenidos, pero al vivir la clase sé que es mucho más que eso, es motivar a los estudiantes, desafiarlos y desafiarme a nuevas propuestas, intentar desarrollar situaciones de autogestión del aprendizaje y construir juntos los conceptos. Implica repensarnos y sé que con los recursos que tengo puedo aportar, pero necesito aprender más para desarrollar nuevas instancias. Debo dejar de ser un docente del siglo XX, en una escuela de siglo XIX con estudiantes del siglo XXI.

La querella dijo entonces, no más preguntas.



Llegó entonces el turno de la defensa.

Esta le preguntó a la docente: Cuál es la carga horaria de su espacio?

La docente respondió: 60 horas, de las cuales yo cuento con 30 horas para el desarrollo teórico y las 30 horas restantes los estudiantes las realizan con miembros de la Asociación de Sordos de Mendoza resolviendo las instancias de aprendizaje práctico de la Lengua de Señas Argentina.


Continuó la defensa: Sus estudiantes tienen disposición de realizar tareas referidas a su espacio curricular, en su casa?

La docente, pensativa respondió:  más allá de las dificultades referidas a los dispositivos con los que cuentan y a la conectividad, un estudiante motivado realiza actividades en su casa. Cuando se siente parte de la construcción del aprendizaje, investiga, genera, aporta propuestas que hacen al crecimiento colectivo del grupo.

La defensa interpeló: qué espera que sus estudiantes sepan hacer al finalizar el cursado de su espacio?

-Espero que sepan defender a la Lengua de Señas como idioma, que entiendan las características de la Comunidad, la Cultura y la Identidad de las Personas Sordas y se conviertan en miembros solidarios y respetuosos, defensores de esa comunidad. Pero lo que más quiero conseguir en ellos, es que puedan autogestionar el aprendizaje de aquello que desconozcan.

-No tengo más preguntas- manifestó la defensa.

Fue entonces cuando el jurado se retiró a deliberar.

-Todos de pie- Se escuchó en el recinto.

Al ponerse de pie, ingresó el jurado.

Le entregaron el sobre con el veredicto al juez. El juez abre el sobre, saca el dictamen y dice....

La docente, sobresaltada.... culpable, inocente, culpable, inocente.... 





se despertó. 

Suspiró fuertemente 



y se dijo
SÉ QUE DEBO HACER....


Entro en la web: http://ead.uncu.edu.ar/moodle/mod/page/view.php?id=256 y se anotó en las capacitaciones.






Continuará....



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